Cuidado con el formaldehído

En la actualidad, el formaldehído es un elemento mucho más común en nuestros ambientes cotidianos de lo que se suele pensar. Esto se debe a que aparece en distintos productos que se utilizan en los hogares. No obstante, este puede tener diversas consecuencias en la salud y el bienestar de las personas. A continuación, te contamos todo lo que debes saber al respecto.

¿Qué es el formaldehído?

Lo que conocemos como formaldehído hace referencia a un compuesto orgánico volátil que se comporta como un gas incoloro cuando se encuentra a temperatura ambiente. Este compuesto aparece con frecuencia en actividades industriales que se llevan a cabo para producir distintas pinturas, barnices, colas y aprestos para tejidos. Además, se emplea en conservantes de cosmética y en distintos productos que hacen que la presencia de este elemento en nuestros espacios sea algo frecuente, desde los hogares hasta las oficinas, entre otros.

La presencia del formaldehído en el hogar

Tanto mediante la construcción como la decoración, el formaldehído tiene muchas formas de hacerse presente en los hogares. Puede estar en las paredes, en los suelos y también en el mobiliario. Puede aparecer en los diferentes tejidos, tanto de ropa de cama y cortinas como en la propia indumentaria que las personas utilizamos todos los días. 

Entendiendo la diversidad de productos en los que este compuesto puede aplicarse, se deriva de allí que el formaldehído puede aparecer en la vida cotidiana de las personas a través de la decoración de la vivienda y de su propia construcción en general. También es importante destacar que el formaldehído es común en los productos de higiene personal y de cosmética más habituales, como pueden ser el champú, el desodorante, el dentífrico, los maquillajes, entre otras cosas, a la vez que puede estar en los productos de limpieza del hogar. Es esto lo que aumenta considerablemente la exposición de los cuerpos de las personas al formaldehído.

¿Cómo afecta el formaldehído a los seres humanos?

De acuerdo a investigaciones científicas, el formaldehído puede llegar a ser mortal para las personas cuando aparece en dosis superiores a las 30 ppm (partes por millón). No obstante, lo cierto es que lograr estos niveles tan altos en los hogares es muy difícil, siendo más probable en determinados ambientes profesionales en los que se trabaja particularmente con ese tipo de compuesto. Por eso, se considera que las personas que más riesgo tienen de sufrir las consecuencias del formaldehído para la salud son quienes trabajan en los ámbitos industriales en los que se elaboran productos empleando dicho compuesto.

En otros casos, cuando las concentraciones de formaldehído se dan en proporciones de 0,1 ppm, se pueden llegar a ver consecuencias como irritación en la nariz, los ojos y la garganta y también jadeos, tos, sensación de ardor, náuseas, dolor de cabeza, fatiga, asma, entre otras cosas. 

Teniendo esto en cuenta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niveles de concentración de formaldehído en los ambientes donde pueda haber personas no sea de más de 0,05 ppm para estancias continuadas de las personas, como es el caso de las viviendas y de los sitios de trabajo. 

Maria Gabriela Mendoza